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La historia del té desde sus orígenes hasta hoy (Parte 2)

LA DOTE DE BRAGANZA

En 1662 la princesa portuguesa Catherine de Braganza se casó con el rey de Inglaterra, Calos II, y en la dote se incluyó grandes cofres de té. El té en Portugal ya era muy popular entre la nobleza, tanto como en el puerto de Bombay, en la que se establecía la sede comercial de la compañía del este de las Indias, permitiendo exportar té alrededor de todo el mundo. En esta época el té no era muy conocido en Inglaterra, pero el descubrimiento de la reina Catherine incrementó su popularidad en la corte.

EL CONTRABANDO

Este incremento de la popularidad del té en Inglaterra, en 1676, permitió al rey Carlos II introducir un 119% de impuestos en el té. Debido a este aumento de los impuestos en Gran Bretaña se incrementó el contrabando de té. El contrabando se hacía desde Europa a través de las islas del canal o islas anglonormandas, situadas en el Canal de la mancha y la isla de Man, situadas en el mar de Irlanda. Aunque el contrabando fue extendido a principios del siglo XVIII, contrabandistas individuales operaban a pequeña escala usando pequeñas embarcaciones, a veces incluso botes a remo, para llevar menos de 60 cofres en cada viaje hasta la orilla.

LAS COLONIAS BRITÁNICAS

El té se disfrutaba en las colonias británicas de norte américa, aunque tuvieran un impuesto muy alto. Como protesta contra la política británica de impuestos los colonos americanos, el 16 de diciembre de 1773 organizaron un botín que se conoció con el nombre de “Boston tea Party”, en el que arrojaron el cargamento al mar.

EL TÉ EN LA CLASE TRABAJADORA

En 1778 el naturalista Joseph Banks recomendó al gobierno británico que cultivara el té en el norte de la India. Dado que la India era una colonia inglesa resultaba más económico producir té en grandes cantidades. Durante la mayor parte del siglo XVIII en Gran Bretaña, el té no estaba al alcance de la mayoría de la clase trabajadora. Pero cuando el gobierno redujo el impuesto del té en 1784, se puso fin al contrabando y el té se hizo más accesible para la población. La clase trabajadora bebía un té de baja calidad y lo incorporaron a su vida diaria sirviéndolo con pan, mantequilla y queso. El té empezó a beberse en lugar de cerveza, la bebida popular en esa época, por eso la salud de la población mejoró.

PLANTACIONES EN INDIA

Durante mucho tiempo, el alto precio del té y los desequilibrios comerciales convencieron a la Compañía de las Indias Orientales (EIC), de que, para tener una fuente constante de producción de té, deberían empezar a cultivar en India. Las primeras plantaciones se cultivaron en Assam, India, en 1835, aunque pasaría más de una década antes de que el té se cosechara a gran escala. En la década de 1870 los propietarios de los jardines de té se expandieron entre Assam y Darjeeling proveyendo a Inglaterra con un recurso de té más barato y más abundante que lo que los chinos habían logrado.

LA GUERRA DEL OPIO

Mientras los jardines de té en la India estaban siendo establecidos, la Compañía de las Indias Orientales (EIC) continuó comerciando con China. La EIC vendía opio cultivado en India a los chinos a cambio de plata que ellos usarían para comprar té. En la década de 1820 la adicción al opio en China era tan desproporcionada que hizo al gobierno chino prohibir el consumo. El comercio del opio continuó a pesar de estas prohibiciones. China y Gran Bretaña lucharon en dos guerras del opio, entre 1839 y 1860.

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