Té Goishicha - Post Fermentado Japonés

Goishicha 碁石茶,es un Dark Tea japonés (post-fermentado) de producción casi exclusiva en la ciudad de Ōtoyo, Kochi, una auténtica rareza del mundo del té, las que más nos gustan en Punto de Té. Todo comienza en las montañas, las plantas crecen en un entorno natural y salvaje en el corazón de las montañas de Shikoku bajo la luz directa del sol, este entorno le confiere al té una sigularidad y un carácter muy especial, no se trata de plantaciones típicas Japonesas. Entre mediados de Junio y Julio, se produce la cosecha y comienza la verdadera magia.

No se trata de un té verde “Bancha fermentado”, Goishicha pasa por un proceso único de doble fermentación, primero en presencia de mohos y luego con la ayuda de bacterias de ácido láctico, lo cual contribuye a su perfil de sabor excepcional. A diferencia de los tés verdes, Goishicha se asemeja a las piedras negras del juego de mesa "go" debido a su forma de cuadros cortados, una característica que le da nombre y destaca su singularidad.

Beber este té, es realmente algo único y excepcional, las hojas de aspecto tosco, con tonos cobrizos, oscuros tirando a negro están apiladas fuertemente, emanan un aroma intenso, diferente a otros tés y muy penetrante. Aromas afrutados, vegetales, marinos, tostados y golosos se dan cita y todo esto, sin tan siquiera poner agua.

La experiencia de saborear Goishicha es verdaderamente única: La infusión, de un brillante tono amarillo-anaranjado, despliega en la nariz matices de cáscara de cítricos, ume y pasas con ligeras insinuaciones de alga. Su sabor, una armoniosa mezcla de dulzura y acidez, desarrolla una ligera mineralidad y deja una sensación refrescante y agradable en la boca. Es una sensación que encontramos en algunos tés de origen salvaje y podemos deleitarnos con este post fermentado Japonés.

La producción de Goishicha está limitada casi exclusivamente a la zona alrededor del pueblo de Ootoyo en la Prefectura de Kōchi, siendo registrado como marca comercial de la Cooperativa de Goishicha de Ootoyo . Aunque sus orígenes exactos son desconocidos, se cree que apareció por primera vez en el siglo XVIII, con indicios de que el conocimiento de su proceso de producción pudo haber llegado a Japón a través de intercambios culturales y comerciales con China y el Sudeste Asiático.

Este té se presenta como su nombre insinúa, en forma de pequeños cuadrados irregulares con diferentes grosores en función de cuan haya sido apilado, puedes partir un trozo separando varias capas si lo vas a preparar al estilo tradicional.

Si tu idea es prepararlo al estilo oriental, puedes poner uno de estos cuadrados en al gaiwan o tetera y dejar que el agua caliente vaya haciendo su trabajo.

Es un té que se puede y debe reinfusionar bastantes veces y perfecto para experimentar diferentes preparaciones, no tiene amargor o astringencia así que es raro que te salga mal. En cualquier caso, si buscas tés diferentes, únicos y divertidos, es una oportunidad que no debes desaprovechar.