Pu Erh Da Xue Shan Ancient Tree Raw 2022

El Da Xue Shan Gu Shu Sheng Puerh, un tesoro procedente de las alturas  de la montaña Da Xue Shan en Yunnan, China, es más que un simple té; es una obra maestra de la naturaleza. Recolectado de árboles antiguos de entre 300 y 500 años, este Sheng Pu Erh  encapsula el alma de un ecosistema rico, libre de pesticidas o químicos y diverso, elevado a 2000 metros sobre el nivel del mar.

Da Xue Shan, o 'Montaña de la Gran Nieve', es reconocida por sus condiciones climáticas únicas y su suelo fértil de arcilla amarilla-marrón, enriquecido con microelementos orgánicos. Estos factores contribuyen a que el té de esta región sea excepcionalmente rico en sabores y aromas. Los tés cultivados en estas montañas son apreciados por su complejidad y profundidad, un reflejo de la antigüedad y sabiduría de los árboles de los que provienen.

Al preparar una taza de Da Xue Shan Gu Shu Sheng Puer, te envolverás en un viaje sensorial único. El aroma es un preludio de bosques antiguos y prados floridos, con notas de bayas del bosque que se transforman en un bouquet de frutos rojos. En el paladar, este té revela una sinfonía de sabores dulces y ácidos, con matices de madera y frutas secas, culminando en un final prolongado y dulce. 

Es una delicia ver las hojas, muy oscuras con destellos amarillos pero intactas y puestas en cada disco con mucho esmero y cuidado. Cuando se han hidratado y vuelto a su estado natural, podemos darnos cuenta que están impecablemente trabajadas. Toda la experiencia es una obra maestra que culmina en tu taza, sin lugar a dudas, uno de los Pu Erg Gu Shu más sorprendentes que encontrarás.  

Este té no es solo una bebida; es una conexión con la historia, una celebración de la naturaleza y un homenaje a la tradición milenaria del té. Cada sorbo es un testimonio de la vida en las alturas de Da Xue Shan, ofreciéndote una experiencia que va más allá del gusto, tocando tu alma y despertando tus sentidos.

"Da Xue Shan Gu Shu Sheng Puerh", un viaje a través del tiempo y la naturaleza, mejorando con cada año que pasa, al igual que los buenos vinos y los recuerdos atesorados.