Té Negro Lapsang Souchong Zhengshan Xiaozhong

El té negro Lapsang Souchong es famoso en todo el mundo por su inconfundible aroma ahumado a la vez que es suave y delicado  en boca. Hay muchas versiones en el mercado y dar con una excepcional es realmente difícil. En la mayoría de casos son tés aromatizados o de calidad media / baja. Indagando y buscando una buena opción que fuese digna sucesora de nuestro ya mítico lapsang, encontramos esta variedad elaborada de forma tradicional en las montañas de Taiwan , una zona donde no esperábamos encontrar esta calidad tan original. 

Para hacer un buen Lapsang Souchong hay que mimar cada paso para asegurar que el humo natural , penetre en la hoja y marque correctamente el té final. Hay muchos mitos entorno a esta variedad,  el secreto está en un primer ahumado durante el marchitado de la hoja fresca, el segundo se da durante la oxidación y el enrulado otorgándole el carácter final. Estos ahumaderos tienen varios pisos de altura y hay que cuidar, por una parte que los tés vayan intercambiándose para que todos reciban la misma “Cantidad” de humo, y sobretodo mantener el fuego  de la base siempre fresco para que no se pierda durante este proceso, impregnando con el mejor de los humos cada hebra. 

Las maderas empleadas para ahumar nuestro té son de vital relevancia, no sirve cualquier madera. Para este Lapsang se emplean maderas duras y pino Chino, una combinación que se da en esta zona del mundo y consigue un ahumado diferente al de las montañas Wuyi, donde emplean básicamente pino. 

Las hojas son también muy importantes. Para la mayoría de tés buscamos los brotes y las hojas tiernas. Estas aportan matices dulces y florales. Para esta versión se emplean las hojas más grandes y antiguas de un cultivar muy especial que apenas vemos en otros tés, el conocido como "Bohea", el autóctono de Wuyi. Es ideal porque "absorbe" mejor el humo y queda más fijado a la hoja. En conclusión tenemos un té mucho más rústico y original, con notas a madera, humo, fruto seco.. Una opción perfecta para los verdaderos amantes de esta especialidad. 

Esto se nota cuando disfrutas de una taza de este brebaje, el olor a humo es capaz de llenar una habitación y hacerte disfrutar de la verdadera esencia de un buen Lapsang clásico de alta calidad.