MUESTRAS GRATIS EN TODOS LOS PEDIDOS.
Tés naturales y clones de té ventajas y desventajas
Hoy quiero compartir contigo un conocimiento que pocas veces se tiene en cuenta, la diferencia que hay entre las plantas de semilla y las que se reproducen con la técnica de clonación ( se consideran intensivas pero nada tienen que ver con las destinadas al té de bolsita).
El mundo del té visto desde fuera parece idílico, maravilloso, vemos esas plantaciones inmensas, verdes, homogéneas y decimos WOW, que bonito…
Es cierto, no voy a negar que es una maravilla y me encanta al igual que le ocurre a la mayoría de los #tealovers.
Estas plantaciones están diseñadas para producir grandes cantidades de té, facilitar la cosecha y los posteriores trabajos necesarios para elaborar nuestro querido té. Lo habitual es que estos campos estén compuestos de una variedad de planta ( o varias según las necesidades del productor) con un matiz, todas son las misma planta clonada una y otra vez.
Cuando vemos una hilera de estas plantas, todas son exactamente la misma, con el mismo código genético, ritmo de crecimiento, resistencia a las plagas, producción de compuestos químicos para su desarrollo. Cada planta madre se conoce como “Cultivar” (cultivated variety), lo habitual es que en una plantación haya 6 ó 7 de estos cultivares diferentes y cientos de plantas clones de cada uno.
Esto es bueno porque permite tener un control total de plantación como la cosecha, crecimiento, aroma etc y nos garantiza una cosecha regular y un sabor “Característico”. Te invito a que eches un vistazo a nuestros tés japoneses por ejemplo y verás nombres como “Yabukita”, “Asanoka”, “Asanomi”, “Asatsuyu”… Estos son los nombres que se usan para sustituir los números con los que son registrados oficialmente.
Como digo, no hay nada malo en esto, si pruebas un Gyokuro Asatsuyu, te garantizo que te encantará y seguramente sea el mejor cultivar para este tipo de tés.
Por otro lado está el lado más romántico, el que de verdad nos apasiona en Punto de Té, los tés de semilla. Cada planta que nace de una semilla es única, como nosotros, un código genético distinto, una personalidad diferente y un encanto peculiar.
Aquí las cosechas son diferentes, cada planta va a su ritmo y aporta su esencia al conjunto completo.
Normalmente estas plantas se mantienen por varias décadas, lo normal es que ronden una edad que suele partir de 50 años en adelante. También pueden ser de una “sub raza” como ocurre con los cultivares. Si el cruce de la planta ha sido natural, se le denomina "Varietal", si ha sido realizado por el hombre lo correcto es llamarlo "cultivar"
En cuanto al perfil sensorial y los matices que pueden esconder las hojas de estos tés, no se puede generalizar. Solemos encontrar tés algo más “rústicos” pero con una complejidad más profunda y mayor intensidad.
Un buen amigo mío me lo explico con este ejemplo haciéndome entender la importancia de la edad de la planta. Se puede aplicar también a este concepto:
Imagina que tenemos un árbol de té nacido de semilla con 150 años de edad ( por poner una cifra). Lo clonamos y justo al lado plantamos este clon. Elaboramos nuestro té con ambas plantas para ver las diferencias y ¿qué crees que ocurre?.
Si nos centramos en las notas aromáticas y el perfil sensorial del té, debemos de encontrar exactamente las mismas, no habrá cambios radicales. Si vamos más allá, observaremos que el que procede del árbol original más antiguo, nos entregará esos matices más profundos y ricos. Si prestamos la debida atención veremos que esos matices evolucionarán en otros más delicados a su vez.
El ejemplo en cuestión para asimilar esto lo podemos traspasar a escuchar una canción en MP3 o ponerte unos cascos y escucharla en HiFi. La canción será exactamente la misma pero la experiencia completamente diferente.
Este ejemplo que acabo de contarte se aplica más a la edad de la planta del té, pero dado que casi todos los tés que proceden de planta de semilla son bastante antiguos en comparación con los clones, encaja bastante bien.
La contra de estos tés es que no son tan fáciles de elaborar, cada planta tiene un ritmo diferente y hay que conocerlas bien. Imagina: Una planta puede crecer muy rápido y otra muy lenta, una ser más dulce y otra más verde, hojas de diferente tamaño y grosor…
Esto hace que en el mercado escaseen y sea muy difícil encontrar tés de plantas de semilla.
¿cómo saber qué tés son de semilla?
Es fácil, normalmente se hace hincapié en este concepto, verás tés de árboles salvajes, antiguos, de semilla o cualquier término similar. De otro modo serán clones. Te dejo algunos de los que tenemos en nuestra tienda.
Por ejemplo en Japón se les llama “Tés Zairai” y podrás encontrar cualquier variedad aunque lo común es que sean “Sencha Zairai”.
En cuanto a qué té es mejor, sencillamente, lo que más te guste. Lo bonito de este mundo es que puedes descubrir prácticamente infinitas variantes y posibilidades así que no te quedes en la superficie e investiga con los sentidos, en cualquier caso, quedarás encantado.
Espero que se haya despertado tu curiosidad. SI te ha gustado el artículo, no te olvides de compartir con tus amig@s en redes sociales.