Diferencias entre el té negro y el té verde

Una de las preguntas clásica de cualquier tienda de té es ¿Qué diferencia hay entre el té negro y el té verde?. Como se habla mucho y hemos dedicado muchos artículos al té verde,  he pensado que podría interesarte un capítulo de nuestro blog sobre dedicado al té negro, de esta forma podrás entender de una tacada las diferencias que existen entra ambas variedades, cuál es mejor y por qué... Así que vamos al lío, prepara un té y disfruta la lectura. 

¿Qué es el té negro?

Lo primero que quiero dejarte claro, es que el té negro es un té que se elabora de la misma planta que el resto de variedades. No hay una planta específica para el té negro o el té verde. Con las mismas hojas, podemos elaborar ambas variedades sin mucha complicación. 

Para elaborar té negro hay que entender un concepto clave en este asunto, LA OXIDACIÓN. 

La oxidación es la reacción química en la cual compuesto se une con el oxígeno cediéndole electrones. Esto ocurre por ejemplo cuando cortamos una manzana a la mitad. La fruta entra en contacto con el aire que contiene oxígeno y comienza el proceso de oxidación volviéndose de color marrón.  

La oxidación es un proceso diferente a la fermentación pero es muy habitual leer y escuchar que el té negro es un té fermentado. Esto es un error ya que para que haya una fermentación es necesario la actuación de microorganismos como bacterias, hongos y similares. Antiguamente en China, se usaba la misma palabra para oxidación y fermentación por lo que quiero pensar que de ahí deriva este error. 

¿Cómo se hace el té negro?

Ahora que ya sabes un poco más sobre este concepto, vamos a ver que ocurre con nuestras queridas hojas de té negro y que las hace diferentes a las del té verde. 

Para explicártelo, voy a usar un ejemplo que seguro has podido observar:

Imagina una patata, la pelas y la dejas al aire.. ¿Qué ocurre?…

Se pone negra, esto es la oxidación que te mencionaba más arriba. Si lo que quieres es evitar este proceso hay un método bien sencillo de hacerlo, “Cocinarla”. Si la hervimos, la asamos o freímos, se mantiene su color ( salvo que nos pasemos de tiempo o temperatura). Esto mismo es lo que se hace a las hojas de té.

Para hacer un té verde, Una vez que se recogen las hojas  y se marchitan ligeramente para hacerlas más flexibles y aromáticas, se someten a calor para “Fijarlas” y detener la oxidación. Cuando las hojas alcanzan los 70ºC aproximadamente, la enzima polifenol oxidasa se desactiva y este proceso se detiene. 

Si por el contrario queremos hacer un té negro, lo que ocurre es que favorecemos el proceso de oxidación en lugar de evitarlo con la aplicación de calor. Para esto se enrulan ( Se enrollan para romper las paredes de las células y que este proceso sea más rápido) 

Seguro que te ha pasado por la cabeza o has escuchado que se trata de un té más procesado que otros tés, pero... tal vez esto no es del todo correcto, vamos a ver con un ejemplo claro, los procesos de elaboración de las dos variedades: 

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¿Cuáles son las principales diferencias?

Pasos para elaborar un té verde:

1 - Recolección de las hojas

2 - Marchitado

3 - Fijación (someter a calor las hojas para que no se oxiden)

4 - Enrulado para dar la forma final

5 - Secado

Pasos para elaborar un té negro

1- Recolección de las hojas

2 - Marchitado

3 - Enrulado para favorecer la Oxidación

4 - Oxidación

5 - Enrulado para dar la forma final

6 - Secado

Como puedes ver, los procesos que se dan a la hoja, son prácticamente los mismos si tenemos en cuenta que la oxidación, no es un proceso activo que hagamos a la hoja, el proceso diferente está en el enrulado que hacemos para que la oxidación suceda más rápido y en el té verde aplicamos calor para que no ocurra . No tienes que pensar que el té negro es más procesado porque realmente, no lo es.

¿Tiene antioxidantes el té negro?

Ahora bien, ¿Qué pasa con los antioxidantes tan famosos del té verde cuando se oxidan las hojas?

La verdad es que se transforman, dando lugar a los teaflavinos y tearubiginos, que a su vez son responsables del sabor, del color y el cuerpo de estos tés. Tal vez no sean tan nombrados como las catequinas peor igualmente son beneficiosos y no hay que desmerecerlos. 

¿Cuánta cafeína / Teína tiene el té negro? ¿Tiene más cafeína el té negro que el té verde?

Esto sin duda es el punto más peliagudo al que nos enfrentamos cuando hablamos de té negro. La creencia es que tiene más cafeína pero ¿es cierto?

Realmente no. La teína ( es exactamente lo mismo que la cafeína) es una sustancia que genera la planta cuando está viva. Con esto quiero decir que no aumenta ni disminuye en los procesos de elaboración del té. Una vez que separamos las hojas de la planta, la cantidad se mantiene hasta el final. Si hacemos las dos variedades con la misma cosecha, es exactamente la misma concentración. 

Entonces ¿por qué se dice que el té negro tiene más teína que el té verde?

No tengo la respuesta concreta a este mito, pero por experiencia puedo intuir que se debe a dos factores:

El primero es que antiguamente en España solo se consumía té en bolsitas y este principalmente era English Breakfast o similares y tés verdes muy básicos, ambos, de calidades muy cuestionables. Esto nos lleva a la experiencia empírica de que tomar un té negro de este estilo y compararlo con un té verde de baja calidad ( que apenas tiene té), da como resultado que el negro, nos afectaba mucho más. 

La segunda intuición, va ligada a la preparación. 

Un té verde se suele preparar con agua a entre 70-80ºC durante aprox. 2 minutos y el té negro aguanta más temperatura, hasta los 90ºC y se puede dejar hasta los 4 minutos. Cuanto mayor sea la temperatura y el tiempo de infusión, mayor por aporte de cafeína al agua. 

Como te digo, esto son conjeturas mías que creo, pueden ser los motivos fundamentales de esta creencia. 

¿Cuándo y cómo tomar té negro?

Para mí, aquí es donde radica la esencia de estos tés y lo que realmente debe decantarte por esta variedad.  La hora perfecta para tomar té negro es sin duda la mañana. No solo porque nos van a despertar,  has visto que un té verde también puede hacer esta función, la diferencia está en el sabor.

Por la mañana, solemos tener todavía nuestros sentidos adormecidos. No solemos detectar bien los sabores y aromas hasta pasado un tiempo, nuestro mejor momento del día suele ser la tarde en cuanto a detección de aromas se refiere.

Si nos tomamos un té verde por la mañana, nos puede resultar soso, con poco brillo y casi “Sin sabor”. Este es el momento de disfrutar de un buen té negro contundente que nos acaricie el paladar y nos haga despertar con energía más allá del aporte energético, nos hará enfrentarnos a nuestros quehaceres diarios con otra perspectiva. 

Otro momento ideal para disfrutar de un té negro es durante la tarde. Es increíble encontrar maridajes para cada té. Unos dulces o salados con tés de Ceilán, dulces cremosos con tés de Yunnan o sabores más arriesgados con los tés negros de Japón, son combinaciones que merece la pena descubrir.

Espero que esta pequeña guía sobre el té negro, te haga reflexionar si no lo consumes y te haga disfrutarlo cómodamente si tenias dudas sobre sus bondades. Quédate pendiente porque ya tengo perfilada la continuación de este artículo donde me enfoco principalmente en las propiedades del té negro para la salud y apuesto a que te sorprendes muchísimo con lo que voy a contarte. 

Como siempre si tienes dudas o comentarios, estamos atentos ¡